Noche de otoño. Noche de tormenta. Noche tempestuosa. La lluvia golpea los cristales de mi ventana. Los truenos rugen en el cielo. Los relámpagos lucen en la oscuridad. Cierro los ojos y siento la tormenta. El olor a humedad de la lluvia, los ríos de agua que bajan violentos por las calles. Esta noche estaba triste, pero la tormenta me anima. Cojo mis llaves y salgo a la calle. Siento como las gotas de lluvia calan poco a poco mi ropa. Los truenos ensordecen mis oídos. Los relámpagos me ciegan. Siento como mi alma se purifica poco a poco. El agua de lluvia limpia mi cuerpo y mi mente. Comienzo a llorar lentamente, no sé qué me pasa. Parece que la lluvia no me sana como de costumbre. Miro al cielo y el olor a humedad nubla mis sentidos. Las gotas de lluvia se mezclan con mis lágrimas y caen por mi rostro sin cesar. De repente una risa surge de mi cuerpo. Comienzo a dar vueltas sin cesar mientras río sin parar. Adoro la lluvia, es lo único que pienso mientras río.
-¡¡¡¡ADORO LA LLUVIAAAAAAAAA!!!!
Yo también adoro la lluvia e historias tan bonitas como esta :)
ResponderEliminarBesos
Cielo!! Se nota que vuelves con fuerzas y que disfrutaste de la lluvia la otra noche tantísimo como yo jeje Espero que esta nueva etapa sea infinitamente productiva para ti. Quiero que sepas que adoro que hayas vuelto a escribir ^^ Un beso enorme Nuara!!
ResponderEliminarPor cierto, me gusta mucho más así tu blog, como tu misma dices, es más tuyo ;)