Bienvenidos sean los visitantes a los parajes lejanos de mi imaginación, sentiros bien recibidos tanto a comenta como a visitar y leer todos y cada una de las historias. O siemplemente pasar para decir hola o pasar por pasar. Y si podeis pasaros por EL ALMACEN DE TAP-S, una pequeña ayuda para que esta escritora se gane la vida. GRACIAS

29 sept 2010

Bipolar - Ursula

Estás ausente, apartada, regodeándote en la miseria. Yo en cambio no aguanto más. Voy a matar a ese maldito. Mientras tu lloras en un rincón de nuestro interior, yo nos visto, cojo el puñal de nuestro cajón, y salgo a buscarle. Le veo a lo lejos y comienzo a excitarme poco a poco. Tú despiertas de tú aletargamiento cuando eres consciente de mi enfado. Se que le has visto cuando siento tu dolor en nuestro pecho. Eso solo hace que me enfade más ante tu ingenuidad. Empiezas a comprender todo cuando notas el puñal oculto. No consigo ocultarte mis intenciones, pero tampoco quiero ya, ya no puedes detenerme, tengo el control de nuestro cuerpo. Sonrío poseída por se de venganza y se refleja en nuestro rostro, mientras tu gritas inútilmente intentando detenerme. Cuando clavamos el puñal en su espalda, atravesando su pecho, todo mi ser grita liberado de tu presencia, de tus tonterías, me siento más viva que nunca. Una risa retorcida y malvada comienza a salir de mí, mientras me aparto y te dejo tomar el control del cuerpo. Le abrazamos y por nuestro rostro comienzan a caer lágrimas provocadas por tu tristeza. Sus ojos vidriosos nos miran sin comprender. Está muerto y por fin hay justicia, el nos a echo mucho daño, nos abandono sin razón, y por eso teníamos derecho a provocar le el mismo sufrimiento. Es más pienso que he sido compasiva, pues la muerte no es dolorosa. Mientras, tú te hundes poco a poco en la oscuridad con sus últimos estertores.

27 sept 2010

Bipolar - Carol

De repente soy consciente de que nos movemos. He estado aletargada y triste por lo que ocurrió ayer y no he prestado atención a lo que hacías. Estás enfadada, furiosa diría yo, pero no entiendo porqué, yo estoy sin fuerzas para nada. Me fijo en nuestro alrededor y lo veo a lo lejos, está tan guapo como siempre, tanto que me hace daño. Me doy cuenta de que nos dirigimos hacia él. Nos miro, vamos vestidas como de costumbre, pero en nuestro antebrazo derecho se esconde un puñal. Todo empieza a tomar forma poco a poco en mi mente, y ya no eres capaz de ocultarme tus intenciones. Intento detenernos, pero soy incapaz has tomado el control de nuestro cuerpo. Él está de espaldas a nosotras y en nuestro rostro se dibuja una sonrisa maléfica provocada por tus ganas de venganza. Yo grito asustada desde nuestro interior, intentando pararte, pero no soy capaz. Cuando clavamos el puñal en su espalda, atravesándole el pecho, siento que algo aumenta la distancia entre nosotras, que cada día somos más personas distintas, más que facetas de una misma personalidad. Ríes a carcajadas en nuestro interior mientras te apartas y me dejas tomar el control de nuestro cuerpo. Le abrazamos y por nuestro rostro comienzan a caer las lágrimas de mi tristeza. Sus ojos vidriosos nos contemplan sin comprender. Está muerto y tú sientes que ahora hay justicia, pues piensas que él nos a echo mucho daño y es lo que merecía, mientras que yo siento que muero poco a poco según acaban sus últimos estertores.

23 sept 2010

Susurros en la noche

Me susurras al oído. Fuera en la calle suenan los truenos. Tus brazos me rodean con la escusa de que no tenga miedo. Me río silenciosamente. Miro tu cara pura y limpia como siempre. Me
Miras a los ojos y me enamoras como cada vez. La lluvia cae lentamente y la tormenta crea una melodía a nuestro amor. Me besas, me acarias, me tocas. Todo mi ser tiembla ante tu presencia. Tus labios recoren mi cuerpo lentamente haciendo que me estremezaca. Buscas mi mirada y sonríes satisfecho. En la calle hace frío pero nosotros calentamos nuestros cuerpos. Caes a mi lado exausto. Dices que me amas. Yo guardo silencio. Apollas mi cabeza en tu pecho y me abrazas. Quedamos dormidos, enrredados, juntos.

17 sept 2010

Indiferencia

He vuelto otra vez XP... después de abandonaros otra vez XD. Las vacaciones en Portugal estuvieron super bien al final. Pero al volver me puse a estudiar para el carnet de conducir, y a disfrutar de mi 18 cumpleaños y tal.. y bueno jajaja ya me conocéis que me olvido de todo. Pero ya estoy aquí, empezando las clases y con ánimos renovados. Feliz vuelta al cole (Ya, ya se que es una mierda pero hay que mirarlo positivamente)

Los rayos de sol iluminaron su cuerpo desnudo y la brisa fresca del amanecer revolvió sus cabellos. Nadie la miró al pasar. Nadie presto atención a su cuerpo muerto y marchito. Otra muerte, otra violación, nada nuevo para esta era de dolor, muerte, poder violento y opresión. Los transeúntes pasaban de largo evitando mirar el cadáver. Tan solo yo la miraba. Había sido terriblemente hermosa en vida y aun en muerte, llena de heridas y señales de violencia conservaba su encanto. Su cuerpo desmadejado, tirado de cualquier manera a la entrada del callejón. Posiblemente ella misma se hubiera arrastrado hasta allí antes de caer muerta, pues sus ojos azules, aun entre abiertos, lanzaban a la calle una mirada de suplica y desesperación. Después de contemplarla largo tiempo tendí mi abrigo sobre ella, cerré sus ojos con cuidado y marche dejándola allí. Ni una lágrima se derramo de mis ojos aun cuan mi alma lloraba desangrada. Cuantas muertes como la de aquella mujer habían contemplado mis ojos, y que poco podía hacer yo por solucionarlo. Sabía que mi vida valía tan poco como la de aquella mujer, y que lo más probable era que mis días acabaran igual que los de ella o encerrada en un lúgubre calabozo. No era ninguna heroína, no era ninguna persona influyente, tan solo era yo misma. Con mis convicciones y mis ideas, que haciendo lo poco que tenía a mi alcance intentaba cambiar aquella época maldita y corrompida. Pero nada de lo que hiciera yo parecía suficiente, pues los poco que intentábamos cambiar el mundo no éramos suficientes para vencer a los opresores. Y la indiferencia de la gente de a pie a nuestra lucha era igual que la que mostraban con la chica muerta tirada en la calle.