Manuel Jimenez:
Plabras: Penumbra, desierto, maceta
Condición: Las huellas deben perdurar, ser imborrables
Estaba harta de todo. Deseaba con toda su alma salir de aquel lugar. Escapar de aquel desierto desamparado que no le aguraba ningún futuro. Y por fin aquella mañana se decidió a salir de la penumbra. Miro a su alrrededor, cogió su chaqueta y la pequeña maceta que reposaba sobre su mesa y salió a la calle. El sol calentó su cuerpo marchito y por primera vez en mucho tiempo se sintió con ganas de gritar. De gritar al mundo que estaba allí, que existía, que valía tanto como cualquiera. En el fondo de su corazón sabía que su pasado jamás podría borrarse, pero recordo esperanzada que un mundo nuevo, lleno de esperanzas y nuevas oportunidades, la esperaba con los brazos abiertos.
Este relato a sido un pequeño reto, pero me gusta mucho como me ha quedado.
Un beso
Un reto que has sabido afrontar increíblemente bien! :D
ResponderEliminarTe ha quedado precioso, y eso que la condicion era peliaguda :) Es delicioso leer en tu blog.
ResponderEliminarMuchos besos.
No lo has sabido aprovechar
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